FILOSOFO, ESCRITOR, POETA, CONFERENCISTA Y BOLIVARIANO DE CORAZÓN
Pedro Nel Urrea Martínez
LA SOCIEDAD BOLIVARIANA DE COLOMBIA CUMPLIÓ 90 AÑOS
Pedro Nel Urrea Martínez
29 ene 2015
5 Min. de lectura
Esta destacada institución, fue fundada en el año de 1924 por los insignes bolivarianos: el colombiano Guillermo Valencia y el venezolano, Andrés Eloy de la Rosa.
El primero, destacado hombre de letras y el segundo benemérito diplomático.
Se unieron en un momento afortunado de nuestra historia, con una intención rayana en un apostolado bolivariano, en el momento oportuno, cuando una tempestad, crispada de rayos y centellas se proponía eclipsar el sol con las manos.
Ocurre entonces que uno de los partidos políticos, entre los dos, se disputaron el respaldo de la opinión pública del país, en los finales del siglo XVIII y XIX, principiaba a preparar la celebración del primer centenario de la muerte del General Francisco de Paula Santander, efeméride que se cumpliría en el año de 1937.
Se había nombrado una nutrida comisión encargada de llevar a cabo en la forma más destacada, este acontecimiento. La componían los más epónimos varones de la política de ese partido; unidos a ilustres miembros de las logias, en consideración a que el General Santander fue quien trajo a nuestro país esta clandestina organización.
La bandera de este propósito era ilógico: tratar por todos los medios, posibles e imposibles de eclipsar la figura inmortal del padre de la patria, el Libertador Simón Bolívar. Y destacar la de Santander, para vender la falaz idea de que el Libertador de la Nueva Granada fue él; con sus valerosas actuaciones en el campo de la batalla de Boyacá, porque supuestamente el General Bolívar, no había estado en este acontecimiento.
Desde entonces se cambió la historia de Colombia, la cual se distorsiona más cuando el partido de Marras llega en 1930 al poder, acercándose la fecha de la glorificación del personaje en 1937.
Quien escribe estas páginas siendo niño, presenció: que en las aulas de escuelas y colegios del Estado se reemplazaban fotografías del Padre de la Patria por las de Santander; argumentando lo ya notado que era el libertador de la Nueva Granada.
Hubo un desconocimiento absoluto de la historia. A Santander le inventaron un título falso al denominarlo: “el hombre de las leyes,” frase de Bolívar según Don Vicente de Lecuna: la verdadera expresión y su alcance constan en la carta que el Libertador dirigió a Santander el 9 de Febrero de 1825: “la gloria de usted y la de Sucre son inmensas. Si yo conociese la envidia, los envidiaría. Yo soy el hombre de las dificultades; usted el hombre de las leyes y Sucre el hombre de la guerra. Creo que cada uno debe estar contento con su lote y Colombia con los tres.”
No podría ser el hombre de las leyes quien en sus actos las violó; con los de la justicia recordamos no más el asesinato de Barreiro y los suyos. No podía conocerlas porque cuando se enroló en los ejércitos libertadores apenas era un estudiante de derecho. Fue abogado honoris causa, merced a que hace pocos años una de las universidades después de 200 años le concede ese galardón.
Se vivía un propósito de crear una persona de ficción, un mito como lo apuntó el historiador L. Gómez. En su obra “El mito de Santander.”
Todos los escritores y medios se comprometieron a desaparecer a Bolívar de nuestra historia patria.
Para muestra un botón.
El mismo historiador antes referido trae a colación, una parte del escrito del señor Luis Tamayo, que transcribo como un buen argumento de que ese nefasto propósito contra la historia andaba sobre ruedas: “Santander creó sin elementos y con angustiosa premura un país aun sin fronteras; ejércitos y quien los mandar; un gobierno respetable y respetado. Edificó de la nada la estructura administrativa de la República, aplicó e impuso el régimen colombiano en contra posición al régimen español; infundió vida a esta nación, atormentada por el miedo y el recuerdo trágico de los cadalsos de Morillo, cuando se creía perecedera la victoria de los republicanos y se vivía con el pensamiento fijo en una reacción terrible por parte de los realistas. Santander por sus condiciones de hombre de estado, a la vez que organizó a Colombia la grande, contribuyó como ninguno de sus contemporáneos a la independencia de cinco naciones.”
Mi historiador citado refuta ese desconocimiento histórico: ¡Cuánto para admirar en los conceptos transcritos! Conque Santander creó los ejércitos y quien los mandara, es decir ¿creó entre otros a Bolívar y a Sucre? Quien lo asevera que se desconocen las apremiantes súplicas de Bolívar para el envío de refuerzos indispensables en la campaña del sur y la retrechera resistencia que Santander oponía.
Contra esta impostura, los fundadores de la Sociedad Bolivariana lucharon para reunir en el tiempo de 90 años una columna de apóstoles para sostener y difundir el evangelio que no es otro: la verdad del pensamiento y la devoción por el padre de la patria.
Como miembro de número de la institución y como soldado de esa causa, celebro complacido esta gloriosa fecha, recordando la importancia de las sociedades bolivarianas de Colombia y el continente.
De esta conmemoración debe salir revitalizado el propósito de los fundadores de trabajar tenaz y audazmente en la tarea de colaborar en los grandes programas de integración del continente según la doctrina del Libertador.
Olvidemos ese pasado ingrato y sigamos pensando en el futuro de la institución.
Hoy más que nunca es necesario que se dedique a lograr la doctrina Bolivariana, concrete su realización para el bienestar de los pueblos que a él deben su libertad.
Termino con las palabras de uno de los prominentes bolivarianos que presidió con acierto la institución.
El Coronel Lozano Clevez: en la condecoración a uno de los presidentes que por estatuto son miembros honorarios. “Su pensamiento promisorio de América, encuadra bien en esta casa que se ilumina con el pensamiento del Libertador sobre el mundo que él redimió.” Y el patriotismo que palpita en su corazón es voz de aliento, para un pueblo que entre dolores y alegría, entre frustraciones y esperanza, entre aciertos y equivocaciones, entre flaquezas y virtudes, pero siempre con inconmovible terquedad, tantea los caminos de su destino supremo.
Después de 90 años en las manos de sus socios se mantiene la llama viva del pensamiento del Libertador y la presencia protectora del Padre de la Patria.
En 1937 el Estado recomendó a los maestros que dicten conferencias sobre Santander, presentándolo como el verdadero fundador de nuestra nacionalidad, hombre de las leyes, maestro de civismo, apóstol y ejemplo del espíritu civil del que Colombia se gloría.
Estas cátedras en mi mocedad las escuché y aún hoy en reuniones sociales los santanderistas de antaño reviven aun esta falsificación seria de la historia en la generación desinformada. En la Academia de Historia reposan archivos que desde la época del General Santander aparecen enmendados, como son los que se relacionaron con su participación en los hechos del 25 de Septiembre, que fueron destruidos, corregidos personalmente para eludir su responsabilidad.
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